El medio ambiente, un factor protector/de riesgo clave para la salud
La herencia genética, los hábitos de vida tóxicos o los accidentes son factores esenciales para determinar el riesgo que tiene una persona de desarrollar o evitar una enfermedad. Pero, junto a estos, el medio ambiente también resulta crucial, ya que condiciona totalmente la salud de las personas y resulta determinante para el desarrollo de muchas enfermedades.
Dada su trascendencia, el 39º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que se está celebrando en Granada, dedica hoy una mesa monográfica a “Salud y Medio Ambiente”. Además de detallarse el impacto que puede tener la calidad del aire en la salud, de llamar la atención sobre la exposición cotidiana a disruptores endocrinos o de subrayar la importancia que tienen hábitos tan sencillos como caminar, la sesión permitirá explicar la iniciativa innovadora de protección del medio ambiente que ha tenido este Congreso.
Midiendo la huella de carbono
La Diputación Provincial y la Delegación de Medio Ambiente ha prestado su total colaboración para medir el impacto de la huella de carbono de este evento y llevar a cabo las medidas adecuadas que compensen la emisión de CO2 que producirá la realización de esta reunión, “uno de los aspectos novedosos que hemos incorporado a nuestros congresos, siguiendo la política que iniciamos hace años de hacer congresos sostenibles y sin papel”, resalta el Dr. Manuel Jiménez de la Cruz, presidente organizador del evento.
En concreto, según detalla Alberto Molinero, del Grupo de Investigación RNM127 Ciencias del Suelo y Geofarmacia de la Universidad de Granada, “esta iniciativa pretende calcular el impacto ambiental derivado del desarrollo del Congreso. Y es que en este tipo de eventos se consumen una serie de recursos (agua, luz, etc.) y se realizan servicios que originan un gran impacto ambiental, que puede ser calculado con la huella de carbono; en esta ocasión, además, se ha unido la propuesta innovadora adicional de establecer medidas compensatorias”.
Se pretende pues, una vez calculado, intentar compensar el "daño medioambiental" originado por la realización del Congreso. Así, al congresista se le ofrecerá, al recoger la documentación de la reunión y su acreditación, la posibilidad de que pueda llevarse un plantón de un árbol autóctono de su comarca y plantarlo en su ciudad. Y también, una vez finalizado el Congreso, se llevará a cabo la realización de una plantación de árboles en la dehesa de la Alhambra por parte de los miembros de los comités organizador y científico.
Como explica Alberto Molinero, “el cálculo de la huella de carbono es un aspecto innovador, que cada vez más lo incluyen las grandes organizaciones que se preocupan por algo tan vital hoy en día como el medio ambiente: es un aspecto diferenciador”.
Esta iniciativa viene a llamar la atención sobre la trascendencia que tiene el medio ambiente en la salud. “Hoy en día tenemos problemas de gran magnitud, como la creciente contaminación atmosférica”, como destaca Alberto Molinero, quien recuerda que “el lugar de nacimiento y desarrollo de una persona condiciona extraordinariamente la salud”.
Margen de mejora y papel de los médicos de Familia
Partiendo de esta realidad, en la mesa que aborda este problema durante el Congreso de SEMERGEN, y que modera Antonio Daponte Codina, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (Granada), se pondrá el acento en el papel que pueden tener los médicos de Familia en la información y formación sobre aspectos de medio ambiente y salud. “La iniciativa de SEMERGEN de incluir una mesa sobre medio ambiente y salud es innovadora, abriendo una gran oportunidad para impulsar la inclusión de los aspectos medioambientales en la práctica y desarrollo profesional de los profesionales de la Atención Primaria de salud”, afirma este experto.
Y es que los profesionales sanitarios de Atención Primaria tienen una enorme influencia social; por ello, su formación y sensibilización sobre los riesgos ambientales para la salud es clave. “En su práctica diaria, pueden ayudar a la protección y a la promoción de la salud de la ciudadanía a la que atienden, incorporando la evidencia científica sobre el medio ambiente en el que vive el paciente en sus recomendaciones, prescripciones, y consideraciones”, destaca el profesor Antonio Daponte.
Observatorio de Salud y Medioambiente de Andalucía
En esta sesión del Congreso se destacarán algunas de las actividades que lleva a cabo el Observatorio de Salud y Medio Ambiente de Andalucía (OSMAN). Como detalla Paola Jiménez Melgar, técnico en Salud Ambiental del OSMAN, “esta institución centra sus actividades en cuatro pilares: la ciencia, la divulgación, la participación y la formación”.
Entre las herramientas que utiliza, destaca la web (www.osman.es), los boletines electrónicos mensuales sobre salud y medio ambiente abiertos a la suscripción pública y a la consulta en la web, y las guías y mini-guías temáticas para la difusión. También resaltan las últimas guías publicadas sobre “Movilidad Sostenible” y sobre “Urbanismo y Salud Mental”, temáticas de actualidad que pueden servir de orientación y concienciación para la toma de decisiones en la gestión local y autonómica. Además, el OSMAN organiza jornadas que permiten reunir profesionales expertos de diversas disciplinas para profundizar sobre una temática concreta dentro del ámbito de la salud y el medio ambiente.
Como técnica en Salud Ambiental, Paola Jiménez asegura que “las grandes ciudades de nuestro país tienen un medio ambiente urbano muy mejorable”, sobre todo porque “aún no hay la conciencia suficiente sobre la influencia de la forma de vida y el metabolismo de las ciudades en la salud de las personas y en el medio ambiente que nos rodea y sustenta”.
La planificación urbanística, la gestión energética, el tipo de vegetación que se pone en las ciudades, la accesibilidad a zonas verdes, la gestión de la movilidad o la distribución y accesibilidad a las viviendas son asuntos que requieren de un abordaje integral y de decisiones políticas estratégicas a corto, medio y largo plazo. “Esta gestión repercute de una forma u otra directamente en la calidad de vida de la ciudadanía, siendo causante de enfermedades, que afectan tanto a la salud física como mental”, indica la experta del OSMAN.
El medio ambiente, el entorno en el que vivimos, influye en la salud de manera directa ya que determina, entre otras cosas, lo que comemos, lo que bebemos, lo que respiramos, lo que escuchamos o el ritmo de vida que llevamos. Como ejemplos prácticos que afectan a nuestro contexto geográfico, la experta de OSMA subraya al impacto del cambio climático y el efecto que tiene para la salud mental la vida en la ciudad.
Según el Informe PESETA ("Projection of economic impacts of climate change in sectors of the European Union based on bottom up análisis”), hasta el 2080 se proyecta un aumento de la temperatura y subida del nivel del mar cuyo efecto más importante en cuanto a la salud será el incremento de 65.000 muertes anuales.
En relación con el denominado “metabolismo urbano”, se estima que en las grandes ciudades españolas hay un 13% de la carga de enfermedad que se podría reducir con una mejor planificación urbana y del transporte. Tal y como se especifica en la guía editada recientemente por el OSMAN sobre “Urbanismo y Salud Mental”, hay estudios cuyos resultados indican que hay diferencia entre áreas urbanas y rurales en cuanto a prevalencia de desórdenes mentales comunes, siendo las tasas para cualquier desorden, desórdenes del estado de ánimo y desórdenes de ansiedad, mayores en zonas urbanas de tamaño medio y grande. Sin duda, concluye Paola Jiménez, “el contexto urbano condiciona la salud mental”.
Pequeños pasos, grandes beneficios
Pero la ciudad también puede ser una aliada para la salud, y con algunos pequeños gestos y ligeros cambios en los hábitos de vida, se pueden alcanzar importantes beneficios. Como pondrá de manifiesto en este Congreso Palma Chillón, de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada, “cualquier actividad física que hagamos, por pequeña que sea, tendrá repercusiones positivas en la salud”.
En este sentido, la experta en educación física y deporte pondrá el ejemplo específico del impacto que tiene para la salud propia y de toda la comunidad algo tan sencillo como fomentar que el desplazamiento diario que se hace a los lugares habituales se realice de forma activa, bien andando o en bicicleta. En concreto, llevar caminando al niñ@ a la escuela tiene importantes repercusiones; entre ellas, Palma Chillón apunta que “los niños están más activos el resto del día, disminuye los niveles de estrés, aumenta la relación social entre los jóvenes cuando caminan juntos, e incluso se ha vislumbrado una asociación con mejores rendimientos académicos; y, colateralmente, mejora la salud ambiental, al reducir la emisión de gases”.
En general, se subraya la importancia de fomentar la actividad física en la infancia. Como desgrana Palma Chillón, “los jóvenes más activos tienen un mejor perfil cardiovascular y menos posibilidad de tener factores de riesgos cardiovasculares en el futuro, son menos obesos e, incluso, disponen de mejores rendimientos cognitivos y académicos”. Aunque se reconoce que se están haciendo esfuerzos en nuestro país para aumentar la actividad física en jóvenes, “no es proporcional a la dimensión de la problemática de obesidad y sedentarismo que existe en este grupo poblacional”.
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